Este día no comenzamos tan temprano como queríamos ya que en film transparente se nos había acabado y el día anterior se nos olvidó comprarlo en el pueblo, así que tuvimos que esperar a que abriesen el super y después de prepararnos empezamos.
Mientras que esperábamos los muchachos de Madrid nos preguntaron si teníamos herramientas, uno de ellos tenia un problema con la rueda trasera, que iba bastante voleada y tenía muy mala pinta, hicimos lo que pudimos pero por desgracia esa rueda no tenía mucha solución, es una pena que te suceda esta tan cerca de tu destino. Los dejamos pensando que hacer y deseándoles buena suerte.
Esta etapa y la siguiente son las más bonitas con diferencia de todo el camino, discurre entre arboles y los caminos y paisajes son espectaculares y casi no se pisa asfalto para nada y aunque no hay grandes subidas el terreno es bastante "rompe piernas" con muchas subidas y bajadas pequeñas pero que van desgastando.
La salida de Sarria es muy muy dura a la vez que bonita, a partir de esta zona la cantidad de peregrinos caminantes es muy grande y ya no paramos de adelantarlos. Como curiosidad decir que adelantamos a un grupo de peregrinos que iban en caballos.
Poco antes de llegar a Portomarín hicimos una parada técnica para cambiar las zapatas de freno de mi rueda trasera que estaba totalmente gastada por las bajadas de los últimos días.
Aquí tenéis una una foto de Portomarín con su escalinata de peregrinos
Algo que te va animando por estas zonas son los hitos del camino que van indicando cuanto falta para llegar a Santiago y uno de los más esperados es el de los 100 kms.
Este día pasó tranquilo, dar pedales, disfrutar del camino y parar de vez en cuando para comer y recuperar fuerzas.
Nuestro objetivo era llegar a Melide, donde nos habían dicho que esta el mejor pulpo de toda Galicia, en Melide pese a ser un pueblo bastante grande no hay mucha cantidad de albergues, solo encontramos dos y nos decidimos por el albergue municipal, es albergue más abarrotado de los que habíamos estado pero muy bien equipado y con tantísima gente no te aburres ni un instante sobretodo porque coincidimos con un montón de compañeros que habíamos ido conociendo por el camino, los tres de Guadalajara, la pareja que vimos el primer día en León y que no habíamos vuelto a ver y los muchachos de Madrid que habían solucionado su problema con la rueda y también estaban allí.
Cuando nos acomodamos, nos duchamos, recogimos la lavadora y limpiado las bicis pues nos fuimos a por el mejor pulpo de España, nos decantamos por la Pulperia Ezequiel, el mejor no se si será pero a mi me supo a gloria.
Y a descansar que al día siguiente llegábamos a Santiago!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario