martes, 16 de abril de 2013

Día 1: León - Astorga (Parte 2)


Día 1 León - Astorga (Parte 2)

Ya llevábamos una hora y pico de camino y decidimos hacer una parada técnica para un pis y quejarnos de la cantidad de lluvia que estaba cayendo pero cuando íbamos a continuar nos dimos cuenta que la rueda delantera de la bici de mi padre estaba totalmente deshinchada. Primer contratiempo mecánico, nada grave pero que no nos hizo ninguna gracia tener que reparar un pinchazo con la que estaba cayendo.

Solucionado este contratiempo seguimos nuestro camino y este nos llevó a zonas más bonitas y mejores paisajes.

De los sitios por lo que pasamos destacar Órbigo y su fantástico puente de piedra, precioso. Aquí volvimos a parar, esta vez para comer algo y descansar un poco. Lo que mas comentábamos era lo fantásticos que eran los guantes de plástico y que el film transparente hacia efecto y no llevábamos los pies mojados.

Continuamos nuestro camino y todo siguió sin novedad, la etapa era fácil, no había subidas duras y casi todo era llano, eso si nos encontramos con zonas de barro que nos dificultaron más de lo debido.

Y por fin entramos en Astorga y lo primero que nos ofreció fue una cuesta muy pronunciada que estaba escondida detrás de una curva por lo que tuvimos que poner pie a tierra y subirla empujando. En ese momento mi padre se percató que algo no iba bien en su bici, algunas veces al dar una pedalada mas fuerte los piñones no hacían fuerza. Segunda avería del día y esta no era posible arreglarla por nosotros mismos. De todas formas ya estábamos en la ciudad así que primero buscamos el albergue y luego buscariamos una solución.





De los Alberques que había nos decantamos por El Albergue San Javier, el cual esta muy bien, tiene zona donde aparcar la bicicletas, zona común con chimenea, cocina y colchones perfecta para comer algo y luego relajarte antes de ir a dormir.

Antes de nada lo que hicimos fue darle un manguerazo a las bicicletas que falta les hacían y preparar todo  para una colada. Después nos fuimos a nuestras literas y allí estuvimos estirando un rato para que al día siguiente el cuerpo no estuviera muy mal del todo.

Después de la ducha mi padre preguntó por un taller de bicis y por suerte estaba abierto y el encargado nos solucionó la papeleta cambiando el cassette de la rueda trasera. "HT Sport" creo que se llamaba la tienda, un 10 para él y nosotros ya habíamos solucionado otro contratiempo.

Después de esto buscamos algún sitio para merendar algo pero al final decidimos tirar de supermercado y hacernos en la cocina del albergue unos buenos bocatas que no duraron ni un suspiro.

Para la cena le preguntamos al que nos arregló la bici y nos recomendó un sitio típico donde van los jubilados van a cenar, nos metimos unos macarrones con chorizo y un filete entre pecho y espalda la mar de ricos. Además del tinto con casera que mi padre y hermano habían convertido en bebida oficial del camino y que yo también adopte como bebida principal.

Y nos fuimos pronto a dormir que aún quedaba mucho.

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